Conversaciones en la huerta

Hablemos amiga…

Hablemos de sostenibilidad, de agroecología, de cambio climático. Hablemos, sentémonos aquí y ahora, junto a estas matas de coles, mientras limpio mi azada. Hablemos de lo que escuchamos en la lejanía y de lo que sentimos en nuestras manos.

Frecuentemente oímos hablar de sostenibilidad: ciudades sostenibles, casas sostenibles, consumo sostenible, cultivos sostenibles… Hablemos nosotras ahora de sostenibilidad agraria, de estas palabras tan hermosas que rellenan cientos de documentos que vienen de tan lejos, ¡fíjate, de Bruselas! De palabras que van de aquí para allá, en despachos, foros, encuentros…

De lo que se habla allá, yo sé poco. Te puedo contar de los que hablamos acá, desde aquella linde hasta los chopos. En aquella linde verás acelgas, rábanos, zanahorias, tomillo, zinnias. En aquella otra, alcachofas, fresas, lechugas… Por allí coles, coliflores, lavanda. Son muchos los diferentes cultivos que vamos alternando, rotando y combinando con flores y aromáticas. Mira, allí están los crisantemos, ahora en flor, que van alimentando a las abejas, antes de que lleguen los fríos, ¡bueno! si llegan algún día.

Aquí, en este pequeño terruño, cultivamos diversidad, cultivamos las verduras en su temporada, rotamos su siembra, sembramos plantas aromáticas y flores para que haya cobijo y alimento para la fauna auxiliar, que nos ayuda a tener un equilibrio biológico en la huerta. Dejamos que algunas hortalizas cierren su ciclo y recolectamos sus semillas, guardándolas para el año siguiente. Tenemos una linda rutina de siembra, trasplante y recolecta, porque queremos conservar las semillas que nuestras abuelas nos dejaron. Aunque muchas son las veces que fracasamos, intentamos cuidar las semillas. ¡Mira que la cosa se está poniendo fea! Ahora parece que el 80% de las semillas que se cultivan en todo el mundo son propiedad de un puñado de empresas. Pero ¿cómo puede ser eso? ¡Qué disparate!

Observa, allí detrás de los brócolis está la borraja. El año pasado, unos amigos me dieron unas plantas y este año tenemos toda aquella valla de borraja. Sus flores son moradas y blancas, se crían aquí también, en nuestra sierra. En el norte del país se las comen y les encantan, si las ves en primavera, ¡son una explosión floral! cientos las abejas y abejorros se alimentan de ellas.

Este año hemos tenido menos abejas, parece que el exceso de químicos, la contaminación y las altas temperaturas les afecta… ¡Cuchi! hoy he leído que se prevé para el 2070 un subida de 4ºC y las temperaturas llegarán a los 50ºC. Bueno, yo para ese entonces ya no estaré aquí, pero pienso ¿Qué será de esto que llaman sostenibilidad?.
¡Fíjate ahora estamos en diciembre y a 20ºC! Mira estas coles y coliflores, junto a las que estamos sentadas. Están hermosas, ¿verdad? Mira cómo las gotas de agua se mantienen en su hoja, y mira más al centro, ¿ves ese agujero? Justo donde debía de estar madurando la coliflor, a esto lo llaman la mosca de la col. Todos los años nos visita, nosotros la conocemos, sabemos que de nuestra primera siembra algunas plantas son para ellas, y luego desaparecen porque llega el frío, pero este año no ha llegado el frío, y la mosca ha seguido y seguido poniendo sus huevos en nuestras plantas, las larvas se han comido el cuello de la planta y ahora no tenemos cultivo para recolectar.¿Sabes cuantas horas he pasado bajo el sol, cuidándolas? Y ahora, sólo tenemos hojas. Aim, amiga…

Yo me siento aquí, las miro y pienso, allá en todos los lugares donde tanto se habla de sostenibilidad, ¿han olido alguna vez el tronco de la coliflor, del brócoli, de la col enfermar porque una mosca le picó y sus larvas se comieron el cuello? ¿Entienden quizás que no hay sostenibilidad sin biodiversidad? ¿Entienden cómo afecta el cambio climático a los pequeños agricultores y sus cultivos?

Sí, amiga, queremos pintar una pared agrietada. Aún no hemos entendido que no basta con una mano nueva de pintura, manteniendo el modelo de producción y de consumo actual. Por muchas manos de pintura que demos, manteniendo la pared agrietada, inevitablemente un día esta se caerá.

Bueno, levantémonos, vamos por aquel camino donde los hinojos, seguiremos hablando de nuevas palabras, con viejo significado…